martes, 25 de mayo de 2010

BANGKOK


Rumbo a Bangkok con incertidumbre.

Este fue el resultado del toque de queda.

Pero, al menos, pudimos tomarnos el aperitivico de los domingos.
La vista de camino a los Templos ya auguraba la belleza de estos.

Para entrar a los Templos de Bangkok hay que vestir adecuadamente.

Esto amarillo que se ve era oro del bueno.
Templo de arquitectura thai.
Y el "Chedi" cubriendole las espaldas.
Y Chedis dorados apuntando al cielo.
En nuestra visita a los Templos la unica compania eran estos vigilantes.
Fachada del Palacio Real.

El Buda Tumbado: 30m de largo.

No pudimos fotografiar el cuerpo entero...
Conforme avanzabamos los Templos eran mas numerosos y lujosos.
La cocina era a puerta abierta y sin extractores de humo.

En el barco de camino a China Town, por el rio Chao Phraya.

China Town.

Y los millones de puestos ambulantes que en el habia.

Otra mirada a China Town y a su color especial.
En el mercado de Chatuchak encontramos los caballitos murcianos!!!!
Mercadillo de fin de semana de Bangkok: uno de los mas grandes de Asia (Chatuchak).
Asi nos encontramos el Centro comercial que redujeron a escombros y cenizas.

Uno de los Centros Comerciales mas lujosos del mundo asi quedo...

Nosotros seguiamos, al otro lado de la ciudad, de chiringuitos callejeros para bolsillos mochileros.

La calle de Khao San en estado normal (el dia antes del toque de queda).

Cambio de pais: cambio de cerveza.

Hasta los taxis dan color y modernidad a la ciudad...

La ciudad de los miles de millones de disenos de camisetas.

Uno de los impresionantes centros comerciales de Bangkok.

El lujo nos rodeaba y nosotros con estas pintas...

Impresiona todavia mas desde dentro...estaban todos: el Armani, la Chanel,...


Cogimos un avion en Delhi hacia Bangkok, dejando atras nuestra etapa en India, sin saber si podriamos salir del aeropuerto al llegar ya que la capital de Tailandia estaba atravesando por un critico momento de enfrentamientos politicos entre los "camisas rojas" y el gobierno tailandes; pero, aun asi, osamos a omitir las recomendaciones de todos los que, desde Espana nos avisaban del peligro y nos rogaban que no jugaramos a ser periodistas de guerra y que nos conformasemos con ir a Bangkok mas tarde.
La noche que llegamos, lejos de contemplar el temor o la desestabilizacion propia de una ciudad en el estado que transmitian las noticias televisivas y periodisticas, nos sorprendio el colorido y la vida de aquellas calles y de aquellos modernos barrios, aunque tambien fue cierto que nosotros fuimos directamente a esos reductos que, a veces y en el caso de turisticas urbes, son creados por las ciudades y sus consejerias de turismo para los extranjeros como nosotros y para nuestras supuestas necesidades y requerimientos...
A la manana siguiente y a plena luz de dia nos dimos cuenta de que, en el otro extremo de la ciudad y al otro lado de nuestra burbuja protectora, los "camisas rojas" estaban convirtiendo en llamas la Bolsa de Bangkok y uno de los Centros Comerciales mas grandes de Asia. Estuvimos contemplando el producto de aquel incendio en el aire desde lejos y mientras visitabamos los importantes templos y palacios del Rey de Tailandia y su corte... Increiblemente, nuestro tour por aquel despliegue de lujo oriental y exotismo lo hicimos practicamente solos, ya que fuimos de los pocos valientes ( o descelebrados...) que se decidieron a hacer turismo por Bangkok en uno de los dias mas criticos de la politica de la capital tailandesa.
Esa noche, el gobierno del pais declaro un toque de queda de cuatro dias y, nosotros y nuestras ansias por devorar esta ciudad, habiamos llegado la noche anterior...De modo que, decidimos no dejarnos embaucar por alarmantes recomendaciones de los siempre interesados parasitos de toda ciudad con sabor a taxis y recorridos de guias de viaje y, ayudados solamente por los informaciones que ibamos recogiendo via internet, nos fuimos adentrando en la inmensidad de esta ciudad y en sus rincones tan dispares.
Comenzamos por un recorrido en barco publico con direccion a China Town, donde nos esperaba una explosion de luz, color, mercancia en toneladas de todo lo que pudieras necesitar, olores y sabores de soja, pescado frito de tenderete, sonrisas con ojos casi cerrados y manos juntas a la altura de la boca en posicion de recibimiento y respeto,...; pero no se asemejaba demasiado a los China Town de otras capitales importantes como Londres o Nueva York. En este, los mercaderes no te invitaban a entrar en la trastienda de sus locales a venderte el supuesto rolex o el tan ansiado Louis Vuitton; nos basto con comer de sus delicatessem de esquina y fotografiar los colores de sus calles y las sonrisas de sus amables vecinos.
Y llego el fin de semana y nos fuimos a un mercadillo cercano al centro que apuntaba maneras en eso de baratijas de tendencia y fashion victims de callejuelas y oportunidades: IMPRESIONANTE Y SENCILLAMENTE MARAVILLOSO para mi y para todas/os los/as que, como yo, disfrutamos de esos maravillosos descubrimientos como parte de la visita turistica de toda ciudad que se preste a ser conocida por su moda y su diseno.
No compre ni compramos todo lo que nos habria gustado, porque somos mochileros (aunque en momentos como este hubiera preferido mi maleta de viaje...) y porque los envios postales a Espana son caros y complicados...pero hemos facturado parte de estas reliquias y de estas "gangas" a precio de oro y a coste irrisorio. Espero poder volver antes de regresar a Espana y, esta vez, comprare una maleta vacia y la llenare de recuerdos y de tesoros de cofre y de armario que llegaran conmigo y con mi mochila.
Concluyendo, hemos pasado ocho dias en esta ciudad de modernidad rigurosa y educada, de trato cordial y tremendamente respetuoso, de masajes curativos y callejeros tambien, de "tapas" deliciosas en cada esquina y refrigerios donde no faltaba el hielo y el buen sabor...La cerveza de este pais la hemos descubierto, tambien, como apetecible y refrescante y menos complicada su adquisicion y mas normalizada su ingesta por residentes y extranjeros...Por todo ello y por lo que nos ha quedado por disfrutar y visitar, procuraremos regresar a la vuelta de Camboya.
Y...por un motivo mas: para intentar vender la MOTOOOOOO que nos hemos comprado para viajar, a partir de ahora, sobre el asfalto, fotografiando de cerca lo que nos perdiamos desde la ventanilla del autobus que tantas nauseas provoco en antano y del tren indio que tanto nos costo entender. Hemos decidido colgar nuestras mochilas en una baca trasera, ayudados por cuerdas que adquirimos en el mercadillo de fin de semana de Bangkok, bautizar nuestra nueva compania y nuestro vehiculo de ruta y de paisajes con nombre propio ("RESULTONA") y arrancar el motor de este sueno o de esta pequena locura con la fuerza que nos trajo a este viaje y nos sigue indicando el camino...

Aqui teneis a "la Resu"...

lunes, 17 de mayo de 2010

MANALI Y MCLEOD GANJ: EL HIMALAYA


Llegada a la estacion de Chandigarh a las tres de la manana: era un mendigo mas...

Cada dia nos despertabamos con estas vistas.

Desistimos de nuestro deseo de banarnos en este rio cuando comprobamos su temperatura.

Asi se quedo su cuerpo y su cara tras 3 dias de vomitos y cagalera...

Aqui teneis el vehiculo domestico de la zona y de donde sacan un sabroso queso: YAK

Los lugarenos del pueblo y su dia a dia.

Casa tipica de la zona y en la que podias alojarte.

El paseo le remato el estomago y la poca fuerza que le quedaba.


Tambien hay vacas a 2000m de altura.

Habeis visto alguna vez una cabra igual?.

Necesitaba abrir los brazos para respirar de este aire.

Oso a dejar cortarse el pelo por aquel buen hombre y en aquella peluqueria de esquina.

Camino de Manali a McLeod Ganj: no podia con mi alma...

Los budistas tibetanos orando en su templo: Templo Tsuglaghang.

Interior del Templo.

yo-yoyo-yo-yo quieroooooooo el cuchilloooooooooo!!!!!!!! jeejeejeeee
(Eddy Murphy).

Fieles que acuden al Templo.

Comida puramente tibetana: el pan estaba crudo.

Por suerte no se movia nada dentro de este plato...

La ultima cena en La India: quisimos que no fuese spicy.



Abreviare esta vez los detalles sobre el camino desde Varanasi hasta Manali (en la provicia de Himachal Pradesh, al lado de la frontera con Cachemira y con China): 20 horas de tren nocturno que nos dejo a las 3 y media de la manana en la estacion de Chandigarh donde, tras lavarnos la cara con agua fresca que nos abriera los ojos a esas horas y el espiritu para seguir el camino que nos quedaba por recorrer hasta Manali, cogimos un bus a las 5 de la manana, que,inexplicablemente o, de manera usual en estas tierra y con esta gente, nos estaba esperando para salir ( era el unico bus que iba ese dia hacia Manali y llegamos 2 minutos antes de que arrancase...increible!!!!). Fueron 13 horas en la parte trasera de aquel bus que cada vez se iba introduciendo mas en la garganta profunda del Himalaya y provocandome nauseas insoportables que solo paliaba con el deseo de que la siguiente curva en la siguiente pendiente de la siguiente montana fuera un poco menos aguda...
Al llegar, por un momento, se evaporaron mis mareos nauseabundos al mirar alrededor y contemplar la maravilla que nos recibia en aquel lugar: solo puedo explicarlo, en parte, mostrandoos las fotografias de estos paisajes, de este entorno y de su gente.
Pasamos frio: escalofrios producidos por la escarcha que descendia de aquellas montanas y de sus cascadas y de aquellos otros que te genera el estomago cuando evacua mas de lo necesario y cuando solo necesita estar vacio de alimento y de actividad.
Alli reposamos, tumbados en la cama y con aquellas vistas de entretenimiento y de pasatiempo, el dolor gastrointestinal que nos provocaron dos meses de fritangas adquiridas en trenes nocturnos, thalis de carretera, spicy food de desayuno y chicken con extranas salsas y condimentos varios que alinaron nuestro intestino hasta explotar.
Asi pues, tras dejarles en herencia a los habitantes de Manali los sagrados aposentos de nuestros enfermos estomagos, cogimos un jeep privado esta vez (no mas buses por quellas carreteras) que nos llevara a nuestra ultima parada en India: Dhamarsala.
En este pequeno y recondito pueblo se encuentra el gobierno tibetano exiliado y su lider espiritual: el Dalai Lama. Ademas de ello y, por supuesto de su paisaje-continuidad del que disfrutamos en Manali, no hay mucho mas que transitar entre sus calles y sus atracciones.
Fuimos fieles observadores de la dulzura y la amabilidad de esta gente y del sufrimiento que llevan grabado en sus gestos y en sus sonrisas esbozadas por cortesia y sin demasiada fuerza. Comimos de la dieta que los alimenta y de las oraciones que los hacen sentirse un poco mas libres en este exilio forzado e injusto. Visitamos el Templo que los reune, los ensalza, los agrupa, los incluye dentro de la exclusion y los hospeda y los aloja entre sus salones de puertas abiertas.

Nos llevamos de aqui, gracias a un zapatero callejero que nos las adhirio en las mochilas, las banderas de la India y del Tibet libre que nos ha hecho sentirnos tambien a nosotros, durante dos meses, un poco mas libres en un viaje de libertad y suenos, de propositos y de retos, de superaciones y de esfuerzos, de sacrificios y de meritos, de locuras y razones medias que nos lanzan a estos caminos y nos devolveran a donde partimos o a un nuevo destino...por ahora nos vamos a Tailandia. Alli nos vemos.