Entrada a Nepal desde el lado indio( lo que se ve al fondo es la frontera).
Oficina de inmigracion india: cada uno se encarga de rellenar una palabra del formulario.
Oficina de inmigracion nepali: primera espera y sin saber por que...
Compartiendo intentos frustrados por llegar a Kathmandu.
Calles desiertas de Nepal el segundo dia...ni perriiiiiiiii
Desayunando: a malas noticias, buen cafe.
Derrotados: volviamos a la India.
"Tirados", una vez mas, en la frontera misma entre la India y Nepal nos encontramos durante tres dias a la espera de poder circular por estas carreteras en direccion hacia donde pretendiamos ir: Kathmandu. Carreteras que nos encontramos en silencio de vocinas y motores a causa de un grave enfrentamiento politico entre el gobierno nepali y los maoistas que ha situado al pais en una decisiva disyuntiva que, precisamente, se estaba decidiendo en el momento que llegamos...Hasta que no se resuelva este conflicto y se proclame algun gobierno y la situacion derive hacia un sentido u otro, el pais se encontraba y se encuentra totalmente paralizado y no podiamos movernos de aquellas calles en silencio, desiertas y demasiado cerradas a cualquer signo de prematura vida.
Al principio, pensamos: ADVENTURE!!!! Pero, al cabo de muchas horas, alli estancados y sin muchas promesas reales de cambio empezamos a desesperarnos y a ver mas dificil la huida hacia Kathmandu o hacia cualquier lugar en Nepal lejos de aquella odiosa y tediosa frontera que nos acorralaba cada dia un poco mas...
No estabamos solos en aquella asfixiante espera: nos acompanaban dos australianas que probaron suerte cogiendo el primer avion que pudieron hacia un parque natural cerca de Pokhara( ellas disponian, al parecer de un presupuesto mas elevado del tipico mochilero que les permitiese costearse dicho billete de avion),una rusa con su hija de 9 anos que comia al dia una sandia y no hablaba demasiado, Antonio (nuestro companero canario de Calcuta) y sus rarezas y racanerias, un aleman y su novia francesa que no tuvieron mas opcion que comprarse una bici e irse hacia Pokhara en ella (con sus mochilas de equipaje y recorriendo 180 kms de montana en una bici nepali...: espero que hayan llegado sanos y salvos), y algunos mas que pululaban por alli, a la espera tambien.
Por lo que respecta a nosotros, al segundo dia nos decidimos a que un nepali (de aquellos que vieron en esa frontera y en este acontecimiento una oportunidad unica para engrandecer las arcas de sus escuetas riquezas y venderles, asi, a estos turistas desesperados y maniatados, la salida hacia alguna parte lejos de alli) nos vendiera unos billetes de avion para salir a la manana siguiente en direccion a Kathmandu. Pero, esa misma tarde, llegaban noticias de embajadas europeas, via internet, anunciando que la situacion en la capital (Kathmandu) empeoraba y alli no era nada aconsejable dirijirse...de modo que y, a falta de opciones posibles antes de la derrota final, nos marchamos de vuelta a la India, con la cabeza baja y el espiritu dolorido de mas rabia e impotencia y sintiendonos desgraciadamente desgraciados por no haber podido disfrutar del Himalaya en Nepal.
Le pedimos a los atareados funcionarios( alli habia mas de 8 personas sentadas y "viendolas venir", para 2 o 3 turistas que cruzaran al dia esa frontera...) que se disponian a lo largo de la mesa de aquella oficina de inmigracion, que fueran comprensivos y gentiles y nos pusieran en el visado alguna senal inequivoca de nuestra escasa presencia en Nepal de 3 dias y nuestro deseo por poder volver cuando la situacion politica lo permitiese y antes de la extincion del periodo que nuestro visado nos concedia...Lo hicieron y se lo agradecimos profundamente; pero, no iba a ser necesario: veriamos el Himalaya desde otro punto, no menos espectacular y bonito. Pero eso llegara despues...
De Nepal nos fuimos a Varanasi, ya solos: sin Antonio y sin mas expectativas que lo que alli encontraramos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario