jueves, 19 de agosto de 2010

Y ASI VOLVEMOS...

Despues de cinco meses, muchos dias y demasiadas noches; siete paises y medio (lo de Nepal fue un amago...); ocho visados en nuestros pasaportes desgastados; cientos de trenes , autobuses, barcos, aviones, taxis,... y vehiculos mas autoctonos; miles de platos de arroz y pollo y sopas y mas arroz; un buen numero de encuentros interesantes y enriquecedores con viajeros y trotamundos, entre los que quedaran amigos de futuras historias y de realidades rutinarias; millones de miles de vidas cruzadas originarias de donde habia poco y donde no habia nada y que tanto nos han enseñado y que tan acartonadas han vuelto nuestras ansias por todo; toneladas de sensaciones, sentimientos y vaivenes en la piel, en el alma y en la conciencia; miles de millones de formas de imaginar tu realidad, tan alejada de la costumbre, del buen hacer, de las formas correctas y adecuadas, de la imposicion ajena y de la propia, de lo que todos quieren, desean y sueñan para ti sin haberte preguntado, en algun momento de tu vida, cual fue tu mejor sueño...


Despues de todo eso y de mucho mas, volvemos con el corazon metamorfoseado y las venas hinchadas de vida, de lecciones de entrega y de amor y de recitales, en vivo y en directo, de todos los cuerpos y todas las almas que peregrinan por el mundo, en silencio y con humildad, pero haciendo mucho ruido en el interior de todo aquel que se acerca a ellos, a su historia, a su hogar, a su felicidad y a su esperanza.

Ha sido, sin duda, la experiencia mas bonita de nuestras vidas y hemos encontrado, en gran parte, lo que fuimos a encontrar: mision cumplida.

Gracias, por habernos seguido a lo largo de este maravilloso viaje y recorrer este camino, junto a nosotros.
Nos veremos en el proximo.


Mjose y Victor.





Las luces que nos guiaron y nos daban fuerza cada dia:

Mi mochila y las frases de mis amigos escritas en ella, que leia cada vez que necesitaba sus palabras y mi recuerdos.
La mochila de Victor, con todas las banderas de los paises que cruzamos, a ciegas pero con mucha luz.
Nuestras guias de viaje y nuestra venerada navaja multiusos.

La camiseta que me regalaron mis hermanas antes de partir y que sude con la emocion de todo lo que nos une y de lo que las necesito en mi vida.

La estampa que guardo mi madre en mi bolso al despedirnos y las piedras que Inma y mi hermana Alicia camuflaron en un rincon de mi equipaje y de mi energia.


La camiseta que mis expertas me colocaron como prenda de viaje y como estimulo de tantos pasos dados.
Y la LUZ que nos indico cual era el camino...

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